Sección 4



Recursos para tenología




Cuentos

El primer computador

Un día Diego, mi compañero de banco, llegó corriendo a mi casa a buscarme y me dijo que en su casa sucedía algo extraño y que yo debía ir a ver lo que sucedía para que luego no dijeran que él lo estaba inventando.
Diego vive en la casa de sus abuelos, es una casa antigua y él siempre cuenta que en aquella casa suceden cosas extrañas, como que de un momento a otro las cosas se cambian de lugar o los cuadros amanecen al revés o aparecen cosas nuevas.
Por supuesto, que pensé que todo lo que decía era un poco exagerado, pero para salir de dudas acepté acompañarlo a su casa.
- ¿Sabes lo que es eso?, -me preguntó.- No, nunca antes había visto algo igual.
- Para que sepas esto es un computador, debemos ir a buscar a mi hermano para que nos enseñe algunas cosas que se pueden hacer con el.
Al llegar el hermano de Diego, este nos empezó a explicar las funciones y como se ocupaba el computador: ¡era como estar en otro mundo!; las cosas que podía hacer esta maquina eran increíbles, y así, por primera vez conocí un computador: era grande, con una pantalla de color blanco, un teclado y un Mouse.
Y así fue como Diego se convirtió en el primero del curso en tener un computador.

El llamado telefónico

Había una vez un niño pequeño llamado Fernando, que solo se comunicaba a través de cartas con su amigo Ignacio, que vivía en Chiloé. Las cartas que se enviaban eran muy habituales y llenas de cariños y amistad.
De un momento a otro y por un largo tiempo, Fernando e Ignacio perdieron el contacto, pasó mucho tiempo sin que ellos se comunicaran, lo que preocupó a Fernando, quien extrañaba mucho a su amigo del sur.
Un día hubo un llamado extraño en la casa de Fernando: ¡era Ignacio, su amigo de Chiloé!.
Ignacio lo llamaba para contarle que su papá había comprado un celular y que ya no era necesario escribirse por cartas ya que gracias al teléfono celular era mucho más rápido, fácil y entretenido comunicarse.
- ¡A través de este celular podremos escuchar nuestras voces y comunicarnos!.
Y de esta manera Ignacio y Fernando se mantienen comunicados hasta el día de hoy.