jueves, 12 de julio de 2007

Poesías













La escuela del mar







A la rueda, rueda
de la caracola
duermen los cangrejos
y ríen las olas.
Los peces chiquitos,
juegan en la arena.
Se quedan dormidos
junto a las ballenas.
Los peces despiertan,
saltan por las rocas,
burbujas de risas,
hacen en el agua
sus palabras cortas.
Cantan, sueñan, bailan
y con sus manitas
mecen en sus cunas
a las estrellitas.
Al acuario-escuela,
van los pececitos.
Pompas de colores
entre sus libritos
a la rueda, rueda
vamos a soñar
que pronto, mamita,
nos vendrá a buscar.






















El baile de la mariposa







Revolotea con su grácil silueta,
coloreando piruetas,
como si fuera una dama de cristal,
y de puntillas, a su flor hace cosquillas
y su danza es una estela de coral.
Su sinfonía es tejer la melodía de un vals,
y su cabeza, pizpireta y regordeta ,
hace cucos y sonríe al pasar,
ladeando sus alitas, dibujando por el cielo
figuritas de sal.
Vuelta y vuelta, se le escapan los sonidos al danzar,
y montada en una clave de sol gira al compás.
y se deja guiar por el pentagrama
hasta que termina al fin su dulce tonada.
Ya la noche se ha dormido en su regazo
y comienza la aventura de soñar,
con sus alas escondidas esperando la mañana,
para comenzar la dicha de bailar.








Dando dos saltitos

Y un pasito atrás
hoy nos colocamos
siguiendo el compás.
Con mis piececitos
me colocaré
y con voz suave
mi nombre diré.
Sin llantos ni gritos
vamos a jugar,
cuando hable la profe
todos a escuchar.
A veces me enfado
con mis amiguitos
no quiero hacer nada
quiero estar solito.
Pero ellos me abrazan
y me hacen reir
estoy muy contento
de venir aquí.
Ya se ha hecho muy tarde
nos vamos a casa
adiós a la escuela
siempre hasta mañana.
Con nuestras manitas
lanzamos un beso
y el más vergonzoso
se escapa corriendo.














La mariposa




¿Qué hace una mariposa
volando? es que el campo
está mirando.












Un tren de números



Un tren de juguete
subido a los raíles,
viaja por el mundo
como" corre ve y dile".
La máquina resopla
echando anillos de humo,
arrastra diez vagones
desde el cero y el uno...
El cero es un rosquillo
que dice "cómeme,"
si tu no te lo comes
yo lo voy a coger.
El uno es un soldado
con una gran nariz,
parece resfriado,
¡amén! ¡Jesús! ¡hachís!.
El dos es un patito
nadando en una charca,
persigue a mamá pata
que se le escapa.
El tres es un gusano
que trabaja en el circo,
baila sobre su cola
intentando dar un brinco.
El cuatro es una silla
que han puesto boca abajo,
si tú quieres sentarte
te va a costar trabajo.
El cinco es un policía
un poquito barrigón,
lleva puesta una gran gorra
para que no le dé el sol.
El seis es una guinda
toda vestida de rojo,
con un rabito muy largo
de donde yo la cojo.
El siete es un camino
que no tiene salida,
es coche gira y gira
y se aburre enseguida.
El ocho son las gafas
de la abuelita Lulú,
las ha dejado olvidadas,
¿se las devuelves tu?.
El nueve es un globito
que se ha comprado Juan,
y como lo ha perdido,
llora y llama a su mamá.

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